Nacidas para vivir unidas

La fuerza del amor ha unido nuestros corazones para siempre.

sábado, 27 de noviembre de 2010

El encuentro con Inés

A mi querida hija Inés me la entregaron en el hotel de Nanchang donde nos alojamos para esperarla. Allí aguardábamos impacientes junto a otras cinco familias españolas para abrazar a nuestras hijas. Alrededor de las once de la mañana de un bendito 8 de octubre me entregaron a mi hija. Venía muy abrigada porque salieron temprano y el tiempo era fresco. Aunque al llegar, en Nanchang, hacía más bien calor.
El encuentro fue entrañable. La pusieron en mis brazos y luego se arregló el papeleo.
Inés llegó llorando, acalorada y cansada por el largo viaje. La estreché en mis brazos y un torrente de sensaciones atravesó todas las células de mi cuerpo. Creo que Inés pudo sentir la emoción que me embargaba. Siguió llorando un poco, pero en unos minutos subimos a la habitación y su llanto se atenuó. Allí, ya a solas, le preparamos un baño caliente entre juegos y creo que eso fue definitivo porque ya no volvió a llorar.
Apenas podía creerlo. Ella ya era lo más importante en mi vida. Por fin estábamos juntas. El sueño de toda mi vida era real.
El amor entre ambas nació con total naturalidad. Nos mirábamos y la acariciaba. La vestimos y luego tomó el primer biberón que le iba a dar su mamá.
Inés ya tenía una mamá que la amaba. Y desde ese bendito día de octubre de 2010 nuestro mutuo amor crece sin cesar.

Al día siguiente, Inés ya reía contenta. Su carita seria de las fotos anteriores había desaparecido por completo.

Estuvimos diez días en Nanchang y otros diez en Shanghai. Fue una experiencia maravillosa. Tanto por el tiempo pasado con las familias que nos acompañaron en este hermoso viaje como por pasar tantos días a solas con la pequeña antes de que conociera al resto de la familia.

Hoy, casi dos meses después de compartir mi vida con Inés, creo que puedo afirmar que ambas somos plenamente felices.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Desde que te sueño han pasado tantos años...y tantas cosas querida niña del corazón.